jueves, 11 de noviembre de 2010

Would you know my name if I saw you in heaven?

Aún recuerdo como si fuera ayer el primer día que entraste por mi puerta y te ví; yo estaba malo en la cama y tu eras una bolita de pelo suave, adorable y con infinitas ganas de jugar. Yo tenía siete años y tú sólo un par de semanas, pero dicen que en el amor la edad no importa. Hemos compartido quince maravillosos años juntos en los que siempre siempre has sido fiel, obediente y juguetón... y aunque fueras aparentemente agresivo con las personas ajenas a la casa siempre has sido cariñoso y un cacho de pan con nosotros.Ni te imaginas cuánto me duele en el alma tener que decirte adiós para siempre, pero así es la vida de injusta. Espero y deseo de todo corazón que descanses como sólo tú te mereces y encuentres la paz mi querido amigo.

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